Profecía de San Proletario
Tornarán lúgubres los
días,
y una marea roja ascenderá
de las
cloacas, barriendo
con cerdas oxidadas cada
rincón
con rabia e imparable fe.
Os ahogará el pecado,
la lluvia ácida convertida
en lágrimas
desesperadas.
Y yo os miraré desde
el tejado, negándoos
la indulgencia, meando
sobre vuestro grito
que
desaparecerá entre
los reproches de los
que os condenan.
Se acerca el
hundimiento.
Un ocaso nacido
en las casas baratas.
Se acerca un diluvio, y
esta vez, ni Noé os
salvará.
Me gusta tu blog. Mucho.
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