La diosa descalza





Me despierto a un palmo de la locura.
Casi puede tocarme con sus tentáculos.
Huyo, y me la quito de encima a manotazos
de agua. Me miro en el espejo y veo que
el mal tiempo quiere robarme la vida a
tormentas. Y me preparo un café, que me
ayude a encontrar la salida de este laberinto
sin puerta de entrada. Me pregunto dónde 
está esa diosa que algunos dicen ver en 
mí. ¿Será que no me conozco?. No encuentro
esa divinidad. Me siento descalza, caminando
por un suelo con fecha de caducidad. Y 
cuando miro al suelo, veo la dimisión de
mis suelas, que se niegan a acompañarme
en otro día igual. 

Comentarios

Entradas populares de este blog