Te veo





Te pinté demonio en mi espejo, al 
lado de un corazón borroso que de frío
agonizaba. Te amé cuando la luna vestía
de corto y te odié cuando aún temblaba
de invierno. Construí un baluarte con
un pedazo de mi alma helada y tu fuego
lo convirtió en un cálido arroyo.
Espejismos te escondieron de mis ojos.
Y ahora te veo y me recuerdo. Me miro
y te siento. Te traigo las noches, 
suspiros y sonrisas que un día te robé.
Vuelvo a regalarte la mirada y a
quedarme sordo entre tus muslos.

Comentarios

  1. Lo he leído muchas veces y siempre me provoca angustia primero y paz después, precioso como todos pero este especialmente emocionante, al menos para mí. Un beso niño.

    ResponderEliminar
  2. Es la historia de una venda, que empezó aferrándose con un doble nudo, y después se cayó. ;) Un beso, niña.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog