Santa



Arde santísima ella cuando
alaban sus pasos, llorando
el repudio a su propia 
gloria.

Porque es fuego, pero tiene
inverno en las tripas.
Porque es luz, pero no ve.

No le echéis pétalos, ella 
quiere puentes.
No le cantéis saetas, ella
está sorda.

No os quiere de rodillas
para venerar su figura,
os quiere a su lado para
terminar el camino.

Arde santísima ella cuando
le quito el manto.

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