La deuda






Sigo escupiendo raspas
del último corazón que
mastiqué. Apareció
limpio y de traje
escondiendo un puñal
entre los dientes
y sólo me habló desde
la sombra que trae
consigo la muerte.
Ahora no me llaman
del infierno, los diablos
que te olvidan saben
que fuiste bueno,
los que te persiguen,
algo deben cobrarse.

Comentarios

  1. Las personas son como las leyes: tienen vigencia durante un tiempo pero, al poco tiempo, hay que sustituirlas por otras; puede sonar muy frío, pero es así. Bonitos versos: ¡Un abrazo! Y le dejo esto por si le interesa. http://www.ourgodsaredead.blogspot.com.es/2015/03/diez-novelas-imprescindibles-para.html

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