Septiembre
Dichoso septiembre que le
trajo una esquela a mi
cordura, y me dejó caer
de las ramas desnudas del
tiempo.
Ahora me llora tu recuerdo
en brazos de un roble gris
que guarda tu nombre
en su pecho.
Desnudo, y a ratos,
levanta la copa para
buscarte a lo lejos.
Y te ve, y lo miras,
atrapada en un reloj que
marca a tientas las
horas...
Te llora el recuerdo, sí. Pero tu alma se fortalece. Eso es el amor: olvido y cambiar a personas por otras.
ResponderEliminarwww.ourgodsaredead.blogspot.com
Veinte años me ha llevado encontrar a la segunda
ResponderEliminarmujer de mi vida, no desistas. Y por cierto, poema sugestivo y bello.