Runaway

Días sin luz. Días, en los que la oscuridad no te deja ver con claridad el camino. Días, en los que todos tus sentimientos se agolpan, queriendo salir a la vez sin pedir turno. Días de ordenar y clasificar. Días de falsa incertidumbre. Falsa, porque lo que sientes por mí es grande, pero ese desorden y oscuridad, nubla cualquier atisbo de razón. Esos sentimientos estancados se disuelven en el aire formando una espesa niebla. Emociones, en forma de pequeñas partículas en suspensión. Pretendo ser tu sol, tus faros antiniebla, pero solo tú puedes hacer que vuelva a salir el sol. Solo tú puedes disipar esa niebla. Mi misión será quedarme al otro lado del camino, en silencio, expectante, preparado, dispuesto a todo. No cambiaré mi posición, pase lo que pase. Tú, sigues siendo mi sol. Puedo verte a pesar de la niebla. Yo tengo controladas esas partículas aunque mi camino no esté exento de obstáculos. No temas, volveré a ser tu sol. Volveré a iluminar tus días. Volveremos a caminar. Con paso firme, seguro, sin velocidad predeterminada. El propio camino nos indicará la velocidad.