Lejos del tiempo
Renuncié a los cimientos devenidos a papel, al olor de resinas al quemar, mandamientos, ratoneras, confesiones para perdonar. Derribé los ladrillos corrompidos de la pared, las ramas de los olivos al trepar, la manzana, tus pecados, y todo lo que me da igual. Sepulturero aquel que cuente los segundos al besar, aventurero yo, si beso los segundos al contar. Voy a hacerme una lumbre para verlos arder, para barrer la mierda que se aloja en mi pecho antes de volver. Y cerrar las heridas que esconden mentiras para luego perder.