El cielo no es para mí
Si me empujas a este punto, a tu lado pierdo el rumbo y me empiezo a disparar. Y en tus besos me derrumbo, trazo el cielo, me hago un nudo, cuando empieza a clarear. Tengo un perro en la garganta, que si te desnudas ladra, y no lo puedo callar. Como un pájaro, cuando el alba, se despierta entre sus patas y le arranca su cantar. Virgencita María, que no existe el día que a su cuerpo yo perdía las ganas de tocar. Que si la veo peco, y en el cielo ya na hay hueco para tipos como yo.