Te veo
Te pinté demonio en mi espejo, al lado de un corazón borroso que de frío agonizaba. Te amé cuando la luna vestía de corto y te odié cuando aún temblaba de invierno. Construí un baluarte con un pedazo de mi alma helada y tu fuego lo convirtió en un cálido arroyo. Espejismos te escondieron de mis ojos. Y ahora te veo y me recuerdo. Me miro y te siento. Te traigo las noches, suspiros y sonrisas que un día te robé. Vuelvo a regalarte la mirada y a quedarme sordo entre tus muslos.