SaETA al Santísimo Cristo del Escrache
Hoy termina, supuestamente, la Cuaresma, y con ella, la abstinencia y el ayuno. Este año ha sido cumplida estrictamente, a pesar del reparto de penitencias. Unos han cumplido con el ayuno y otros tantos, con la abstinencia. Abstinencia en la justicia, en la coherencia, en la clemencia, en la dignidad, en la honradez. Y ha sido esa perfecta abstinencia, la que ha impulsado el ayuno del resto de penitentes. Penitentes, que ahora son tratados de terroristas. Una penitencia que ha sido impuesta por tantos y tantos abstemios, que con su rigurosa mortificación, han empujado a muchos a su fatal Vía Crucis. Y no se han conformado con privarles de la comida. Les han sido arrebatados sus techos, sus colchones, sus puertas, su dignidad, su vida. Han lapidado y condenado derechos. Han asesinado libertades y enardecido crímenes. Renace la doctrina de la sumisión, del silencio, de la bota sobre la cara. Podemos sentirnos orgullosos de este comienzo de Semana Santa, porque lo estamos ha...