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Dicen que Sevilla tiene un color especial y no seré yo quien lo discuta. Algunos alegan que se debe a su gente, al siempre majestuoso Guadalquivir, a sus ferias y como no, a su sol, que tiñe de dorado la ciudad cada día...pero yo tengo otra teoría. Candela, la sonrisa eterna: Quizás, la frase que mejor le define...y es que, su sonrisa tiene una luz especial, una luz incombustible y sin fecha de caducidad. Ha intentado en infinitas ocasiones ponerse seria, pero el dibujo de sus labios no se lo permite, porque ella nació con un propósito; hacer llegar su sonrisa al mayor número de personas posibles. Y lo está consiguiendo! ya ha asumido su rol en esta vida y no habrá nada ni nadie que consiga pararla, aunque es consciente de que muchos lo intentarán en repetidas ocasiones. Candela, Sevilla tiene un color especial desde la primera vez que sonreíste.

CANDELA: Solo siete letras, siete letras que esconden un cálido corazón dispuesto a darlo todo por la persona adecuada, un corazón capaz de aletargar al más insomne entre los insomnes, un corazón con pequeños momentos de bipolaridad causados por las tempestades del pasado, un corazón golpeado por otros corazones insensibles que no se han parado ni un segundo a escucharlo. Yo, me he parado a escuchar ese corazón y me ha contado miles de secretos que jamás desvelaré...ese corazón, ahora tiene un aliado que nunca le fallará.